
- 1 k 1/2 de Patatas
- 2 Cebollas
- Un pimiento verde y otro colorado
- 2 Dientes de ajo
- Una Pizca de comino
- Un poco de perejil picado
- Aceite de oliva
- Un poco de caldo de pollo
- sal
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Pelamos las patatas, la cortamos a trozos regulares y la dejamos en agua.
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Ponemos una cazuela al fuego con el fondo cubierto de aceite. Agregamos las cebollas picadas menudas y a continuación los pimientos a tiras finas, ponemos una pizca de sal y tapamos para que sude.
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Dejamos hacer el sofrito a fuego lento y cuando está todo blandito le agregamos las patatas cortadas y escurridas.
Revolvemos bien para que las patatas se impregnen del sofrito.
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Incorporamos el caldo de pollo, ponemos un poco de sal, y la tapamos .
En una sartén freímos los dos dientes de ajo y lo sacamos a un cuenco, le añadimos el comino, un ramito de perejil picado y unas hebras de azafrán, un chorrito de vino blanco. Lo majamos todo y lo desleimos.
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Agregamos el majado al guiso y dejamos cocer a fuego lento unos 25 minutos, hasta que las patatas estén tiernas y el guiso concentradito.
Las patatas viudas son un plato de lo más tradicional y antiguo. Se le llaman patatas viudas por ser solo un sencillo plato de patatas guisadas que no llevan carne, ni chorizo, ni nada, solamente las verduras y el majado que le da un sabor muy rico. Es un plato muy popular en la cocina castellana y guiso típico del invierno. También se prepara en Semana Santa por no llevar carne.
Este sencillo guiso de patatas se le llama también patatas en paseo, y en algunos sitios patatas solteras.
Se pueden acompañar de un huevo cuajado en el guiso.