Ingredientes:
Esta es la clásica receta de aprovechamiento y que como muchas de nuestra cocina tiene su origen en la epoca de la posguerra, cuando no había mucho donde elegir y con pocos ingredientes hacían un plato. Es una receta andaluza 100 por 100, pero como se suele decir cada sitio tiene su truquillo o toque diferente. En Almería la sirven en todos los bares al pedir una caña y no te la cobran, y le ponen un toque de pimentón «colorao», en Granada también son muy populares y algunos le añaden pimiento rojo, e incluso unas rodajas de chorizo picado, en Málaga también son muy populares y le dan un toque de comino, y en Huelva pues según lo que tengan de la huerta.
De cualquier manera están buenas y no por ser un plato humilde está menos bueno. El truco, la paciencia..
4 o 5 patatas de tamaño mediano
1 cebolla
1 pimiento verde de freír
2 dientes de ajo
Un poco de aceite de oliva
Sal y pimienta
Un poco de perejil
Modo de hacerlo;
Pelamos las patatas lavamos y cortamos en rodajas gruesas, a continuación cortamos el pimiento en tiras delgadas, y d la cebolla en juliana, por ultimo los dientes de ajo en rajitas finas.
Ponemos al fuego una cazuela con un poco de aceite y una vez caliente echamos las patatas ya saladas, bajamos el fuego y revolvemos un poco las patatas con cuidado para que no se rompan, seguidamente incorporamos los pimientos a tiras, movemos y añadimos la cebolla, por último los dientes de ajo en rajitas. Tapamos y dejamos freír a fuego manso para que quede todo blandito y se vaya impregnando de sus sabores. ponemos una pizca de sal y pimienta y cuando vemos que están hechas la apartamos escurriéndolas bien sobre un papel de cocina para que no queden aceitosas. La servimos en un plato y la ponemos como acompañamiento de un huevo frito.